quarta-feira, novembro 28, 2012

Buenas y malas intenciones


         Al andar por la noche hay que tomar ciertas medidas para protegernos de la aparición de genios, ánimas y parecidos entes. Para empezar no hay ni que saludarles; al pasar al lado no hay que decirles “Buenas noches”, o algo parecido. Teniendo dudas sobre si quien viene de frente es buena o mala persona hay que preguntarle, “¿Vienes con buenas o malas intenciones?”, rápidamente santiguarse. En caso de tener malas intenciones desaparecerá de inmediato. En caso de entablar contacto con un ánima, no se le puede dar la mano ni tocar, ya que están incandescentes por el calor del Purgatorio; para darles la mano hay que protegerse con un pañuelo. Como las ánimas van por la acera, para no cruzarse con ellas lo mejor es caminar por medio de la calle. Todo esto nos señala Anton Erkoreka en uno de sus libros sobre cuentos, leyendas y supersticiones de Bermeo, Bizkaia.
         Es de agradecer que gracias a la labor de muchas personas, de sus investigaciones y recopilaciones, podamos acceder a estas informaciones. Los narradores y narradoras, accedemos a un instrumento gozoso para el trabajo, además de ser fuentes de conocimiento. Por supuesto muchas de estos relatos y creencias, quedan en estos tiempos algo trasnochados; porque, ¿cuánta gente puede haber que crea en el encuentro nocturno e inquietante, con un ánima del purgatorio en una acera de su localidad? Aún así, si se quiere narrar historias, nos ayudaran a entender los mundos fantásticos que han ido creando las personas y las culturas. La fantástica y la imaginación parten de una lógica similar, llevándonos a nuestros mundos interiores.
         Quien cuente deberá saber cómo traer todas esas creaciones fantásticas a nuestro tiempo, cómo adaptar esos mundos imaginativos llegados de antaño a nuestra fantasía contemporánea. Enseñar quienes son en este mundo nuestro los que traen buenas o malas intenciones.

Publicado originalmente en euskara en el diario GARA