segunda-feira, outubro 28, 2019

LA VERITAT OCULTA


   La realidad tiene incontables ojos. Incontables orejas. Incontables bocas. La realidad es fantasía; siendo de este modo lo que, recogido por los sentidos, se entiende como tal después de viajar a través del cerebro. Quien narra es un observador de la realidad, se alimenta de ella, la tiene como amiga; para, después, mostrar que esa misma realidad solo existe en cada uno de nosotros. La narradora, cuando cuenta, solo dirá la verdad, no habitará la mentira en sus palabras. La narradora compartirá con quien escucha una reflexión sobre la realidad, un compartir fantástico, para que, al mismo tiempo, la historia contada pueda ser compartida ; pero, sobre todo, para que vivamos una realidad acordada. Mas, la realidad se suele identificar con la verdad. ¿Qué es, entonces, la verdad? ¿Tiene la verdad sombras? ¿Hay alguna verdad que se nos oculta? La labor del narrador, quizás, será iluminar esas verdades.
    Esa sensación luminosa tuve cuando llegó a mis manos y a mi imaginación, hace muchos años ya, el libro Cròniques de la Veritat Oculta. Y el descubrimiento de un escritor genial, Pere Calders. Después del golpe militar franquista y perdida la guerra, se exilió en México, donde escribió los cuentos recopilados en este libro, unos de sus más importantes. En él nos ofrece un mundo fantástico observando la realidad desde un caleidoscopio. Ilumina la oculta realidad, mostrando distintos reflejos de la misma. Calders es una razón, más, para amar Catalunya. Una pasión para dar luz a la verdad.

sexta-feira, outubro 11, 2019

EL SAPO MISKITO

Cuenta Zoa Meza que antes, en la tierra de los Miskito, allí lejos, en la Costa Caribe de Nicaragua, los sapos era redondos y de ojos pequeños. Y el Sapo oyó a los zopilotes que tenían una fiesta en las nubes. Les dijo que él también quería ir y que por favor lo llevasen. A los zopilotes les hizo gracia la propuesta y, metiudo en saquito, llevaron al sapo hasta las nubes. Allí se celebraba una gran fiesta de las aves. Entonces el sapo agarró un tambor que llevaba con él en el saquito y comenzó a tocar. El rey de los zopilotes no entendía cómo había llegado aquel sapo hasta allí arriba, pero como tocaba tan bien el tambor, le dejó estar en la fiesta. Cuando terminó la fiesta, todas las aves se fueron, olvidando al sapo en su saquito. Estaba el rey de los zopilotes recogiendo todo cuando vió el saquito y de una patada lo mando fuera de las nubes. El sapo descendía a tanta velocidad que alcanzó a los zopilotes que salieron antes que él. ¿Señor sapo necesita ayuda?- le preguntaron. Nooo, noooo; yo vuelooooo asíííí…!!!- les respondió mientras caía a gran velocidad agitando las manos y las patas. hasta que se estrelló contra el suelo, ¡paum! Los miskito cuentan que los sapos son ahora así, con la tripa plana y los ojos saltones, por el tremendo golpe que se dió aquel sapo orgulloso. 
    Zoa Meza sonrie mientras cuenta y al terminar. Zoa es narradora, marionetista, actriz, escritora; pero, sobre todo, es activista cultural, allí, en Nicaragua. Y felices quienes tuvimos la oportunidad de escucharla, aquí,  en la asociación Mikelazulo de Orereta/Errenteria; felices por conocer cuentos traídos de tierras lejanas , por encima de las fronteras y a través de los mares.

domingo, setembro 08, 2019

ENDEVINALLES

Tinc 4 ales per a volar i mil colors per a ensenyar. ¿Qué será? No es difícil. Ya lo habréis descubierto. Las adivinanzas tienen algo que atrae de inmediato nuestra atención. Como si una pequeña luz se encendiera en nuestro cerebro. La lucecita de la imaginación. A ver si acertáis esta. Té molts braços per a dansar y descansa en el fons de la mar. Es un poco más dificil, pero no demasiado. Además de ser un juego mental, las adivinanzas son un juego del idioma. Y un juego compartido, ya que la mejor manera de disfrutarlas es compartiéndolas. Es un juego que encanta a niñas y niños, y también a adultos. ¿Va otra?  Viu lliure o engabiat, però sempre ens agrada el seu cant. ¿Fácil, no? ¿No? Pensad un poquito más. Quien cuenta cuentos siempre lleva alguna adivinanza en el bolsillo. El narrador ama jugar; invitará al público a un juego enriquecedor con el idioma, con la historia, con la imaginación. De lo contrario nada existe.

La narración oral ha perdido un gran amigo; Llorenç Gimenez, uno de los grandes recuperadores e impulsores de la narración oral en el País Valencià. Contaba siempre en catalán de València, también fuera de su país, ya que gustaba de encender la imaginación. Y jugar. Un narrador genial, que además escribía cuentos. Y adivinanzas. Nos dejó un libro precioso, Les endevinalles de Llorenç, para que en su ausencia pudiésemos seguir jugando. Y nos regala mariposas, pulpos y pájaros para jugar y soñar. Se nos ha ido un amigo entrañable. I ara qui ens explicarà més endevinalles? 

Publicado originalmente en euskara en el diario GARA


sexta-feira, maio 10, 2019

CREADORES

De un tiempo a esta parte están surgiendo opiniones y propuestas en torno a los creadores y los procesos creativos. Ya era hora, pensará alguien, y con razón. Las creadoras y creadores así como las artistas son un elemento básico en la cultura, sin su trabajo no habría nada, ni literatura, ni artes escénicas, ni arte, ni música. Dentro del ecosistema cultural, sin embargo, las personas creativas y artistas son quienes sufren una escandalosa precariedad en el desarrollo de su trabajo. No hablaremos ahora de la falta de espacios y las condiciones de estos a la hora de desarrollar y exponer su trabajo creativo. No hablaremos del espacio que dedican los medios de comunicación a la cultura, en general, y a los creadores, en particular. Tampoco sobre quienes están condenadas a la inexistencia en programaciones culturales y espacios públicos. Del mismo modo no mencionaremos las dificultades burocráticas y económicas a la hora de poner en marcha un proyecto creativo. Todos esos condicionantes, por supuesto, influyen en los procesos creativos y las producciones artísticas. Los condicionan de tal manera que, en más ocasiones de las que se cree, no se realizan los trabajos que se desean sino los que pide el mercado,  cuestionando de esta manera la libertad de creación, convirtiendo a las propuestas creativas en meras mercancías; condicionando una oferta cultural libre, plural y crítica; enviando al rincón una cultura con espíritu crítico, progresista e innovadora, tan necesaria en el desarrollo intelectual, social y cultural de un país.
Estos temas llevan tiempo debatiéndose como si se tratara de un perverso bucle sin salida. Siendo esto así, hay otro tema básico en el desarrollo de una políticas culturales justas. La precariedad que sufren artistas y creadores en el desempeño de su trabajo, en un problema serio dentro de la cultura; más si cabe en las últimas décadas, en las que se ha acrecentado la profesionalización entre artistas y creadoras vascas y vascos. El trabajo artístico se caracteriza por una fuerte inestabilidad, intermitencia y hetereogeneidad si lo comparamos con otros sectores. Desgraciadamente, pocas veces se menciona la identidad trabajadora del sector artístico; considerando su actividad, al desarrollarla por gusto, como un “no-trabajo” al uso; sin mencionar las numerosas horas de trabajo que quedan ocultas (ensayos, documentación pruebas, preparación…) y mostrando una imagen mediatizada. El mismo sueldo de estos trabajadores es “indefinible”, no coincidiendo con el concepto de retribuciones por trabajo que están estandarizadas en la sociedad, identificando dichas retribuciones únicamente con el tiempo en que dura, por ejemplo, una representación artística. Una lectora no suele sabe lo que cobra la autora por ese libro que la ha encandilado, ni cuánto tiempo y esfuerzo le ha llevado escribirlo. Pero como el libro lo ha pagado bien, pensará que nada en oro, como el Tío Gilito. Esa actriz que ha recibido un reconocido premio, que es entrevistada en distintos medios, en la mente de una persona que se ha deleitado con su interpretación en un filme o representación teatral, llevará una vida de ensueño. La imagen que se proyecta de artistas y creadores no se asemeja a la de una trabajadora normal y corriente, sino la de unos privilegiados. Es más, no se les verá como trabajadores, si no como “otra” cosa. Pero la realidad nos muestra otra cara.
Según datos del Gobierno del Reino de España, eran 197.187 los artistas afiliados al régimen de la Seguridad Social en el año 2018. De estos, 70.445 tuvieron una actividad de al menos 20 días en el año; de los cuales, fueron solo el 20% (14.089) quienes recibieron por su trabajo una remuneración superior a tres veces el Sueldo Mínimo Interprofesional. Según la misma fuente, el periodo de inactividad de este colectivo es de ocho meses al año. Se puede comprobar así que la precariedad laboral en el colectivo de creadores y artistas es una de las características de este colectivo.  Por su parte la sociedad de gestión de artistas e intérpretes de España (AISGE), publicó en 2016 un estudio sobre la situación laboral de sus asociados donde se señalaba que en España solo un 8,17% de los actores puede vivir de su trabajo, ganando más de 12.000€ al año. El estudio señala también que entre los actores y bailarines que trabajan (43%), más de la mitad no llega a ganar 3.000€ al año. Es de señalar que en este sector, también, las mujeres suelen ganar menos que los hombres por el mismo trabajo, así como que tienen más dificultades para encontrar trabajo.
En esta lamentable situación laboral se encontrarían artistas y creadores del sur de Euskal Herria. Aunque en ningún estudio se señale, podemos colegir que la situación se agrava en el caso de aquellas y aquellos que realizan su trabajo en euskara. Otra característica de las y los artistas y creadores vascos es que realizan su labor dependiendo de la legalidad de dos estados, Francia y España; lo que descubre un desequilibrio entre ellas y ellos a la hora de realizar su trabajo. Mientras que en Francia la protección profesional viene dada por un estatuto de la intermitencia, que facilita su vida laboral y creativa; en España se acaba de aprobar un Real Decreto-ley en el que se aprueban medidas de urgencia sobre la creación artística,  que, aunque plantee mejoras para artistas y creadores, no soluciona el problema de base. En cualquiera de los casos no se toma en cuenta, por ejemplo, las condiciones propias de Euskal Herria, sobre todo en lo concerniente al euskara. Es por ello que se hace indispensable un Estatuto del Artista propio de Euskal Herria, en el que se tomen en cuenta e igualen las condiciones laborales de artistas y creadores vascos y vascas, independientemente del territorio vasco en el que lleven a cabo su trabajo. Un Estatuto que tenga en cuenta la creación en euskara y se plantee desde una visión feminista.
La cultura debería ser uno de los pilares de desarrollo de la sociedad vasca, y desde ese punto de vista habría que abordar la cuestión. Acabar con la precariedad laboral de sus principales actores ayudaría a impulsar una cultura libre, con sentido crítico, no consumista y con vistas a desarrollar una sociedad basada en valores de igualdad, equidad social y no mercantilista.

terça-feira, abril 23, 2019

KARAKA

Para llegar a la ciudad de Karaka tendrás que ir al monte. Aunque no sabrás a cual. Cuando estés en él sabrás que estás. Cuando atravieses el bosque sentirás que ese es el sitio que buscas. Anda sin prisas, sintiendo el entorno, percibiendo la fuerza que emana del bosque, respirando el perfume de la hojarasca, escuchando el sonido de la naturaleza. Verás senderos aquí y allá; tendrás que intuir cual de ellos te llevará a Karaka. Seguramente en el primer intento te confundirás, y en el segundo; pero, llegará un momento en que sabrás que es ese. Continúa y encontrarás una puerta de piedra, la entrada a Karaka. Tendrá que pronunciar en voz alta las palabras mágicas: Abrite Portas Klis-Klas! Se abrirá arrastrándose. Cuando te adentres en la sima te envolverán las tinieblas. Hay que cerrar la puerta: Zerrate Portas Klis-Klas! Entonces se hará la luz y delante tuyo descubrirás la Karaka, la inimaginable ciudad de piedra. Un río de leche y miel la cruza. Las edificaciones y las calles son de piedra, piedra enmohecida y brillante. Te cruzarás con seres que solo viven en la imaginación. Cuando te dirijas a ellos tutéales siempre; y si entras en una tienda, o en una casa, sal siempre como has entrado. Gigantes de un solo ojo, hermosas muchachas con pies de pato, duendes que habitan en un alfiletero… Todo es posible en Karaka.

Al contar cuentos hay que descubrir el sendero adecuado, sin saber cual será. Hay que abrir la puerta de la imaginación utilizando la fórmula adecuada; y una vez dentro creer que todo es posible. Abrir la puerta de Karaka es adentrarse en la vida.

Columna publicada originalmente en euskara en el diario GARA.

segunda-feira, abril 22, 2019

LO

No hay mapas para llegar a la ciudad de LO*. Ni siquiera un pequeño papel arrugado que señale unos pequeños senderos. La viajera no encontrará ninguna manera de llegar hasta LO. Ningún rastro. En ningún sitio aparecerá ninguna referencia al lugar. Le parecerá una no-ciudad. Pero LO existir, existe. Es una ciudad soñada. Para transitar por sus calles la viajera tendrá que mecerse en el dormir; para llegar al país de los sueños. Tendrá que tener un sueño dulce, tranquilo, darle al cuerpo la ligereza de una pluma, transformar el pensamiento en una ligera brisa de otoño. Entonces, quizás, llegará a LO. Las calles son al mismo tiempo estrechas y espaciosas; espaciosas para que no ahoguen, para que el viento transite en libertad. Estrechas para que los habitantes estén unos cerca de otros, para escuchar sus latidos. Las casas se transforman en cualquier momento, según los deseos. No hay relojes, para que el tiempo viva libre. En la ciudad de LO los sueños se hacen realidad; todo es posible en la ciudad de LO, allí donde viven los cuentos.
El recien finalizado Festival Internacional de Oralidad AHOZ AHO ha transformado las localidades de Tolosa y Ordizia en las ciudades LO. Escuchar cuentos es viajar al país de los sueños, allí donde todo es posible. Los y las narraadoras venidas desde Euskal Herria, Colombia, Venezuela, Cuba han contado las hsitorias de sus ciudades LO. En la última jornada del festival, les han otorgado las Calabazas de Oro, emblema del festival, al escritor Juankruz Igerabide, a la profesora e investigadora Leire Diaz de Gereñu y al grupo de narración Alabazan. Habitantes de LO.

Publicado originalmente en euskara en el diario GARA

*Lo en euskara es el dormir, acompañado del verbo auxiliar Egin=hacer señala la acción de dormir, lo egin=hacer el dormir, literalmente. Tener sueño sería logura= querer dormir.
El sueño, en el sentido de la evocación de imágenes durante el dormir, se denomina Ametsa. Soñar, es decir la acción de tener sueños, se dice Amets egin, es decir, hacer sueños.


sexta-feira, março 22, 2019

CASAKATXAN

La abuela vivía en una casa muy vieja, con un largo pasillo. Al final del pasillo había un pequeño trastero. El guardián de los recuerdos de la abuela. Ane no se atrevía a llegar hasta allí, al final oscuro del pasillo; sentía un poco de miedo. Pero miraba desde lejos aquel lugar con una curiosidad infinita. ¿Qué guardaría allí la abuela? Un día, un débil resplandor se filtró por debajo de la puerta. Impulsada por su inmensa curiosidad, se acercó prudentemente hasta aquella pequeña habitación. Abrió nerviosa la puerta, precavida. Las sombras de multitud de trastos llenaban el pequeño habitáculo. Aquel resplandor tenue y mágico emanaba de un libro depositado encima de una antigua mesita cubierta de polvo.  Plena de curiosidad, y un poco miedosa, se acercó hasta la mesita y leyó, extrañada, las letras iluminadas de la cubierta de aquel extraño libro: Las ciudades inexistentes: Casakatxan. Abrió el libro lentamente y comenzó a leer. De repente estaba en el libro. Estaba en el mercado de Casakatxan, un mercado con productos inimaginables llegados de lugares inexistentes. Ane se pasea maravillada por las estrechas calles de aquella extraña ciudad…
La narradora vitoriana Ane Gebara nos descubre qué quiere decir para los vitorianos ir a Casakatxan. Parece ser que significa ir a un lugar lejano. Intrigada por la procedencia de tal significado, investigó sobre este  enigma. Hace mucho tiempo, en los lindes de la ciudad de Vitoria-Gasteiz, había una tienda regentada por un hombre con fama de calamidad llamado Katxan. La tienda, como su regente, era un almacén de abarrotes curiosos y de todo tipo. En aquel tiempo cuando la madre mandaba a alguna de sus criaturas a Casa Katxan era casi como mandarla a hacer un recado al fin del mundo. De ahí la expresión. Casakatxan un lugar maravilloso. Una ciudad inexistente.


Texto publicado originalmente en euskara en el diario GARA

segunda-feira, janeiro 28, 2019

PALABRAS PERDIDAS

Una vez, una narradora perdió una palabra. Y era una palabra verdaderamente importante para finalizar el cuento. No se dió cuento de ello hasta que comenzó a contar el cuento. El público seguía con atención su narración, con intriga, con deseos de saber cómo continuaba. La narradora estaba totalmente metida en la historia, viajando por lugares maravillosos, haciendo aparecer ante el público personajes fantásticos, compartiendo aventuras fascinantes. Y, de repente, se calló. la mirada perdida en el horizonte de un desierto inexistente. la mente perdida en un laberinto de silencio. Le faltaba una palabra. Una palabra imprescindible, la clave para desentrañar el relato. La palabra que aunaba en sí toda la sabiduría. Y estaba perdida en la bruma del recuerdo. ¿A dónde habría huido? Al principio el público imaginó que sería una pausa dramática; pero en la medida que la pausa se alargaba. al ver a la narradora hierática; la gente comenzó a irse, especulando sobre el hecho. Terminó por desaparecer todo el público y la narradora continuaba con la mente perdida, buscando aquella palabra en territorios desconocidos. Y el cuento condenado a la inexistencia.

¿Dónde van las palabras perdidas? ¿Quién nos las roba?¿Aparecerán en algún momento? No son, sin más, las palabras pequeñas estructuras significantes, Cada palabra genera una especie de calambre en el cerebro, se dispone a buscar una imagen, a generar un sentimiento. Y cuando surge por la boca comienza un viaje en quien la recoge. ¿Viviremos, acaso, entre palabras perdidas?

Publicado originalmente en euskara en el diario GARA