
La tradición no es un cinturón que
aprieta, sin un aprendizaje para el desarrollo. La narración oral contemporánea
es el arte de la palabra dicha, pero esto no implica el distanciamiento de
otros recursos expresivos, por el contrario, los integrará como parte de ese
arte, ofreciendo un espectáculo escénico, alejándose de la idealización
romántica del contar cuentos; presentándose ante la sociedad actual como una
expresión artística contemporánea.
El narrador, la narradora, es un
creador actual. Su función no es, sin más, ser seguidor de una tradición
cultural o el custodio de un tesoro inmaterial. El narrador contemporáneo
entiende la narración oral como una actividad artística, en la cual, a través
de la narración de cuentos ofrece al público su reflexión, ética y estética,
sobre el mundo que habita. Ese ofrecimiento es un trabajo creativo, artístico;
y tomará importancia en sí mismo, no como instrumento en función de otros
fines. La narración oral contemporánea tiene que demandar su lugar en las artes
escénicas, ya que sólo así mostrará su verdadera importancia, impulsando, al
mismo tiempo, pasos en su evolución.
Aprovechando la celebración el 20 de
marzo del día internacional de la Narración Oral y tomando en cuenta el lema de
este año, Fortuna y Destino, la narración contemporánea tiene una buena
oportunidad para reflexionar sobre su existencia.
Publicado originalmente en euskara en el diario GARA: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130319/393476/eu/Manifestua
Publicado originalmente en euskara en el diario GARA: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130319/393476/eu/Manifestua