Cuentos pre-eróticos


Aventuras de dos hermanos
        Al principio el sol era grande y era como un indio karajà. Era un hombre anciano que tenía dos hermosas hijas. Un karajá llamado Alobederi y su hermano querían casarse con las dos hermanas. Dieron al anciano muchas cosas, joyas y otros objetos, y se casaron con ellas dos. Alobederi no sabía lo que hay que hacer cuando uno se acuesta con una mujer y preguntó a su hermano. “¿Cómo lo haremos?” Tenía miedo y pensaba que quizás las mujeres tuvieran en el cuerpo algunos de los temibles peces llamados pirañas, los cuales muerden al hombre. El hermano contestó que lo mejor sería preguntárselo al araguato o mono aullador.
        El araguato les mostró el trasero y les enseño a copular en la mejor forma en la que él podía sustituir a una mujer, ya que en estos menesteres sabía más que todas las demás criaturas. Después de haber practicado un rato, Alodeberi le agarró por los pelos que le colgaban sobre la frente y gritó: “¡Basta!”. Por eso ahora estos monos no tienen pelo en la frente como los karajás.
        Tan pronto como Alodeberi y su hermano hubieron abandonado a su maestro, se acostaron con sus esposas. Pero no encontraron gusto en ello y por eso abandonaron a las hijas del Sol. Dicen que los dos hermanos eran hermosos y de elevada estatura.

Vida Amorosa de los pueblos naturales.
Adolf Tüllman
Círculo de Lectores 1971