quarta-feira, setembro 10, 2014

Regatas

       

           Lo hemos escuchado mil veces en casa, desde pequeños. Cundo pasajes de San Juan le ganó a Orio la bandera d elas regatas de traineras en Donostia-San Sebastián. ¡La bandera de la Concha!, y con medio minuto de ventaja. Fue en 1956. El no haber estado allí para verlo, no quiere decir que no lo haya visto. El relato del padre desde la embarcación y el de la madre desde tierra, hacían que pudieses imaginarlo como si hubieses asistido. Gabino le avisaba al patrón cuando llegaba una ola…”- contaba el padre. La madre desde tierra. Cuando tomaban las olas parecía que iban en el aire remando…” Juntando las dos narraciones podías imaginar aquella regata, aquel maravilloso espectáculo de regata de traineras en las aguas del cantábrico. Aunque todavía no estábamos en el mundo, podías revivir aquellas emociones.
            En su libro La intimidad del fútbol, el argentino Ángel Cappa, nos traslada parecidas emociones. Las retransmisiones radiadas de un partido de fútbol le transportaban desde la cocina familiar de su infancia al estadio de Buenos Aires. Imaginabas el partido oyendo la narración. La tiene Cecconatoavanza por la derecha elude a un hombreGrillo le pide por la izquierda…” Y uno veía a Cecconato llevando la pelota y a Grillo que entraba solo por la izquierda
            Una narración nos puede transportar a otro tiempo, a otro lugar, como si estuviéramos allí. Y encender emociones en nuestro ser. El narrador ofrece su narración a quien desee escuchar, mas si no consigue transportarlo a otros lugares, a otros tiempos; si ella, o él, no ha hecho ese viaje, ¿para qué contar?

            También la radio tiene la culpa de hacernos soñadores, de vivir ilusiones, cuenta Cappa. Eso necesita la narración. 

http://youtu.be/aObJ7fHWyfA