terça-feira, abril 15, 2014

Lentejas

Los sentidos tienen sus recuerdos, y las personas sensatas no olvidan el recuerdo. Nuestra madre hizo un descubrimiento. Estando preparando unas lentejas se le ocurrió enriquecerlas con unas gotas de vinagre de módena. Al probar el tantas veces cocinado potaje tuvo una revelación memorística: "Era esto!" Aquellas lentejas la transportaron a la cocina de su infancia. "Muchas veces pensaba en lo que nuestra madre ponía a las lentejas para darles aquel sabor especial, que nunca supe reproducir, hasta que el otro día lo descubrí. Era vinagre de módena!" Y a partir de entonces, más que de lentejas, comenzó a relatar aquellos tiempos, la mano de nuestra abuela para la cocina, las historias que contaba,... Aquellas humildes lentejas cumplieron su papel de "bomba fantástica" que nos proponía el pedagogo y escritor Gianni Rodari.
De dónde sacará el narrador la fuerza para poner en marcha la imaginación? Como hará suya la historia que desea contar? En qué recuerdos se perderá al hilo del relato? Contar un cuento no es, sin más, juntar una palabra tras otra componiendo un relato; no es dar al públicomlomque desea oir; no es escoder en cierto "efectismo" el vacio del relato. Quien narra tiene que viajar a través de la memoria, encontarndomsunlugar en esos territorios imajinarios. Construir nuevos recuerdos, descubrir lugares ignorados. Y junto con él, con ella, tiene que invitar a quien escucha a transitar por esos senderos, recorriendomcada cual el suyo. El narrador que cuenta historias tiene que hacer explotar en cada oyente una bomba fantástica. Como cuando se prueban unas lentejas enriquecidas con vinágre de módena.

Publicado originalmente en euskara en el diario GARA

domingo, abril 13, 2014

Historias navegantes

"Con la idea de dar continuidad a su linaje, un pescador vasco que vivía en la costa norte de Saint Laurent, ofreció su hija a un jefe indígena, quería que ella le diese un niño de gran naturaleza para que continuase con el oficio de pescador". Así comienza el cuento  Los amantes perseguidos narrado por el pueblo amerindio de los Naskapi, recogido por el antropologo Jean-Claude Dupont en su libro Mythes et légendes des Amérindiens. Por encima de estos detalles y de una historia hermosa, es llamativo, al menos para mí, que el la protagonista sea hija de un pescador vasco en 
Quebec. Es sabido de la huella dejada en aquellos lugares por los pescadores vascos llegados desde hace siglos en busca del bacalao y la ballena; prueba de ello, entre otros detalles, la toponimia y otros restos arqueológicos. Pero en esta ocasión lo verdaderamente llamativo es la presencia en un relato indígena. Cómo puede llegar a convertirse un pescador vasco en personaje de un relato indígena? Por qué decidió la persona que narró el cuento convertir a un personaje de una lejana cultura en protagonista de su cuento? Qué idea tenían los naskapi sobre los pescadores vascos?
Es maravilloso el territorio de la imaginación. Las personas, al viajar de un lado a otro del planeta, llevan consigo sus imaginarios, y al llegar a su destino los comparten, muchas veces inconscientemente. Surgen sincretismos de los imaginarios y el mundo se enriquece con ello. Erigir vallas cortantes contra esas migraciones es un atentado contra la maravilla de la existencia humana, cortando el camino a bellas historias.