
El último domingo de septiembre amaneció con un espléndido día que presagiaba un encuentro que nos haría disfrutar tanto a narradores como al público que se acercó con ánimo de escuchar historias que, quizás, fueron. Comenzó la fiesta al mediodía con una pequeña presentación en el ayuntamiento para acto seguido los y las veinticinco narradores congregados distribuirnos en distintas "acciones" narrativas. El cuento-poteo (ir de bar en bar acompañados de músicos txistularis y mientras te tomas un txakolí escuchas y cuentas unas historias), el oráculo de los cuentos, el rincón de los cuentos, la fábrica de cuentos, cuentos musicados, cuentos en el astillero museo, cuentos en una txalupa al ritmo de las olas y con sabor a salitre... El visitante se iba encontrando a lo largo de la calle distintas propuestas e invitaciones para durante una rato escuchar una historia.
Llegada la inevitable hora de la comida (estamos en Euskadi por lo que este tema es además de inevitable, im-pres-cin-di-ble), todos nos juntamos en la sociedad cultural Itsas Mendi que se ofreció super amablemente a prepar

Nada mejor que un buen paseo, a falta de siesta, para hacer la digestión. Recorriendo el paseo, que desciende hasta el pueblo bordeando la costa, con una maravillosa vista del mar Cantábrico encajado entre dos montes, descendimos al son de la música mucha más gente de la que imaginamos, haciendo, por supuesto, las consabidas paradas para airear unos cuentos. Al llegar al pueblo tantos los narradores como el público asistente nos desperdigamos por distintos rincones para dar comienzo a contadas compartidas entre varios narradores. Y cuando la noche comenzaba a principiar, finalizamos en la plaza la III Fiesta de los narradores y narradoras vascas. Esa noche más de una persona soñaría con mundos imposibles que nos acercan a lo posible.
Pero la fiesta de los narradores vascos pretende ser algo más que una simple fiesta (que no está nada mal). La idea de celebrar esta fiesta vino por la necesidad de aparecer públicamente como colectivo; para comenzar a dejarnos oir y ver como personas que ejercemos una actividad cuya finalidad no es ni cuidar niños, ni servir de instrumento para otros fines (animación a la lectura, educación en valores etc), sino reivindicar la narración oral como actividad artística creativa que tiene mucho que decir por sí misma. El desconocimiento y las ideas preconcebidas que existen sobre la narración oral hace que muchas veces se nos vea como una actividad "menor" dentro de la cultura (siendo muchas veces nosotros mismos promotores inconscientes de este hecho, cosa que nos tiene que llevar a reflexionar sobre ello). Con este evento pretendemos, en primer lugar co

En definitiva, que además de pasar un maravilloso día, esta fiesta nos da la oportunidad de fortalecernos como colectivo e ir proponiendo nuevos retos.
Y los que estuvimos allí lo podemos contar, y los que faltaron... ¿para qué está la imaginación?
1 comentário:
¡Viva la narración!.
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