Me contaba un amigo. Cuando la guerra en El Salvador estuvo en la selva haciendo un reportaje con la guerrilla del FMLN. Una noche acompañó a un jovencísimo guerrillero (no debía de tener más de catorce o quince años) haciendo guardia en mitad de la selva. El adolescente le hacía preguntas increíbles, como la qué le preguntaba sobre el autobus que había tenido que tomar desde su país para llegar allí. Pero la pregunta más intrigante y a la vez maravillosa se la hizo estando los dos en silencio mirando a la luna. "¿Es verdad que en la luna hay gallinas?" No recuerdo la respuesta de mi colega, o si le respondió algo; pero yo sí recuerdo el impacto que dejó en mí aquella selvática y utópica pregunta.
Como en la mayoría de las preguntas, lo importante no es la respuesta en sí misma, sino las posibilidades de respuestas que se abren en la mente y el descubrimiento de caminos dispares por los que hay que decidir si aventurarse o no. Exactamente como en los cuentos. Los cuentos son continuas búsquedas de respuestas a las preguntas que la persona se hace desde que es consciente de su existencia. A través de las narraciones tanto quein narra como quien escucha se adentran en esos caminos desconocidos, utilizando para ello la fantasía, el mejor remedio para conjurar la realidad sin vivir fuera de ella.
Por eso quien narra cuentos, debe ser la primera persona que pregunta, que busca, que investiga, que le encuentra sentido a contar esa hsitoria a la gente que le ofrece su atención. Un narrador o narradora que habla sin preguntar dificil lo tendrá para descubrir los caminos de la fantasía, que son, en definitiva los de la vida.
Y por mi parte una última petición de ayuda, ¿pensáis vosotros y vosotras que en la luna hay gallinas? Después de tantos años no he podido encontrar la respuesta.
3 comentários:
Susu Benítez, narrador valenciano, dice en su cuento del Hechicero, que cuando no tenía una respuesta ante una pregunta de alguien de su tribu, se la inventaba. que era mejor una mentira que una no respuesta.
Esta pregunta da para muchas respuestas al margen de su realidad o su ficción. Es una imagen tan bonita ver poner un huevo a una gallina selenita.
A mí, particularmente, el contar me ha hecho mirar la realidad con otros ojos. Recuperar esa época del ¿Y por qué? abriendo la puerta no sólo a la respuesta lógica, sino a la respuesta bella, inesperada, adversa, curiosa, sorprendente, y que no pocas veces, coincide con la real. creo que el ritmo de vida nos impide contemplar lo maravilloso, lo fantástico de la realidad que vivimos.
Gracias Carrere.
Abrazos.
Decía Borges que la creación de la realidad es el resultado de la fantasía.
Quién sabe Carrere, igual ese dios tuyo, tan vasco y tan emprendedor, anda ahora imaginando gallinas en la luna. El dios castellano parece a simple vista algo más sobrio, las gallinas las puso en el corral. Pero no sabes qué de cosas se ven en la luna desde aquí, desde el páramo castellano.
Estoy de acuerdo Félix, los cuentos exploran otras lógicas que resultan bellas, adversas, sorprendentes... y así nos encontramos, transitándolas a nuestras anchas.
Salud.
Camarada Diabla,¡Dios no existe!
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