Una vez, invitados por la ikastola de
Hendaia, nos propusieron al bertsolari (improvisador de versos cantados) Amets
Arzallus y a mí hacer una sesión de
controversia entre versos improvisados y cuentos contados. El procedimiento era
simple, cada cual teníamos que responder al otro desde
nuestra especialidad. Una propuesta interesante pero al mismo tiempo
complicada. Comencé yo contando un pequeño
cuento al cual respondió el bertsolari con un verso
improvisado, respondiéndole yo a continuación
con otro cuento. Así fue avanzando la sesión
encendiendo la curiosidad de los asistentes, así como la nuestra propia. De vez en
cuando un sudor frío recorría mi espalda mientras escuchaba al
bertsolari y rebuscaba en mi baúl mental un cuentecito para
responderle. Estaba convencido que a él se le haría más
fácil este trabajo, al estar ellos acostumbrados a estas controversias,
pero me sorprendió el comentario de Amets diciendo que a
él también se le hizo complicado, ya que según
escuchaba el cuento no podía decidir a qué
agarrarse para improvisar el verso. Un hermoso ejercicio para los dos, con la
oralidad en estado puro.
El
verso improvisado y la narración de cuentos serán, seguramente, los mayores
emblemas de la oralidad artística, uno en rima y el otro en prosa, representantes
de un mismo mundo creativo que nos llega desde antiguo. La oralidad ha sido
durante siglos la principal y, podemos decir, única forma de expresión de la
gente humana, transmitiéndose de este modo los conocimientos de la comunidad,
de lo cual sabemos algo los vascos al negársenos hasta hace bien poco el
derecho a ser alfabetizados en nuestra lengua. El verso improvisado y la
narración oral han sido instrumentos artísticos imprescindibles en esa
transmisión. Hoy en día, estas dos expresiones orales y artísticas han
evolucionado, sin perder la esencia del pasado, convirtiéndose en formas de
expresividad y creatividad contemporáneas equiparables a cualquier otra forma
de expresión artística. El ponerlas a crear juntas, muestra la incomparable
fuerza de la oralidad.Publicado originalmente en euskara en el diario GARA
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