domingo, maio 20, 2018

CIENCIA

La luz recorre 300.00km en un segundo; no hay nada que se mueva más rápido en el universo. Gracias a la electricidad la conexión de nuestras sinapsis vive nuestro pensamiento; aunque lo sintamos lento, no es más que un instante. En algunos cuentos el héroe cabalga un caballo maravilloso que corre más rápido que el pensamiento, es decir, más rápido que la electricidad.  Y el cerebro, un órgano que no descansa, es una continua fiesta eléctrica. Y en esa fiesta surgen los cuentos. El cerebro en un puzzle alucinante , un cofre del tesoro fascinante, un desván maravilloso. Letrak, imágenes, olores, recuerdos, deseos, odios, amores, cansancios, alegrías, tristezas…, todas mezcladas esperando juntarse. Antes de comenzar a contar un cuento, las sinapsis del cerebro ya están intercambiando información a través de impulsos eléctricos; han comenzado a transportar piezas del puzzle desde una lado a otro. Se encuentran inmersas en una actividad frenética. El cuento ha comenzado antes de pronunciar la primera palabra. Con la velocidad d ela electricidad el narrador está buscando la primera palabra con la que comenzará el cuento, mientras recibe del entorno olores, sonidos imágenes. las imágenes han comenzado a reunirse, recuerdos, sensaciones. Las proteinas, las hormonas, las bacterias están en un baile desenfrenado, un akelarre. Y comienza el cuento. las palabras llegarán al oído del oyente en ondas de distintas extensiones, los gestos del narrador los transportará la luz hasta sus ojos. y comenzará la fiesta de las sinapsis en el cerebro del oyente. Es la electricidad. La narración es ciencia.

Artículo publicado originalmente en euskara en el diario GARA

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