“Tengo que volver a mi país, con mi gente, a la tierra donde jugué y de la que comí sus mejores frutos, con mi familia que me crió y se esforzó por mí. (…) ¿cómo olvidar mi país?, ¿de qué me sirve ser rey si no estoy en mi país?, y mi país es lo mejor que tengo”. Eso pensaba As-Satir Hasan, el protagonista de la jrefiyye palestina “El país reclama a su gente”. Las jrefiyyes son cuentos de la tradición oral palestina. Como muchos en el mundo, los cuentos palestinos imaginan otro mundo posible con ayuda de la fantasía. Pero, sobre todo, las jrefiyyes son un tesoro del pueblo palestino. Y como en muchos cuentos de otros pueblos del mundo tienen el retorno en su esencia, el retorno del héroe/protagonista. El retorno a lo que fuimos, a nuestro lugar, al puerto de nuestra memoria, es uno de los motivos de los cuentos de tradición oral.
Antes de regresar a su casa, As-Satir Hasan le dirá a la mujer que lo acogió en su casa: “El país llama a su gente, yo no puedo olvidar mi país”. Y después de vivir azarosas aventuras, “regresó a su país, al que nunca había olvidado y vivió en él muy feliz y contento”. Hoy, al pueblo palestino quieren destruirle hasta la esperanza de As-Satir Hasan.
Publicado originalmente en euskara en el diario GARA