quinta-feira, abril 07, 2022

Gitanos

 

 


         
Lo cuenta la escritora Diane Tong, en su libro Cuentos populares de Gitanos (Siruela edit). En 1987 Katrina Makri, una mujer gitana de cuarenta años, viajaba en el tren de Atenas a Tesalónica. Cuenta cuentos a quienes viajan con ella en el compartimento del tren. No puede realizar su deseo de contar un cuento y dormir algo durante las horas que dura el viaje, ya que sus acompañantes le piden un cuento tras otro. Así como el tren realiza su viaje, los cuentos realizan el suyo. Katina vive en Tesalónica y se dedica a la venta puerta a puerta de mantelerías bordadas, viajando a menudo a lo largo de Grecia con un grupo de amigos que se dedican al mismo oficio. Al atardecer se juntan para contarse historias. “Había una vez un sastre que tenía tres hijas, las tres muchachas más bellas de Grecia. El sastre hacía los más bellos trajes y vestidos; todos ellos eran preciosos”.

            Hace 500 años que el Pueblo Gitano llegó a Europa, dispersándose por el continente. También en Euskal Herria encontraron su lugar. Aunque, como en todos los lugares, los decretos y persecuciones en su contra fueron terribles, el encuentro de las dos culturas dio frutos maravillosos, entre ellos el Erromintxela, un habla mezcla del euskara y el romanó, hoy, desgraciadamente, desaparecido en la práctica. En general no es extraño encontrar en la cultura vasca rastros del Pueblo Gitano.

            En cambio, ¿dónde están los cuentos de los gitanos vascos? ¿Los meticulosos recopiladores vascos recogieron sus relatos? Quizás, podría haber ocurrido que, los recogidos en algún caserío a algunas mujeres u hombres, gitanos ellos, no los documentasen como tales. ¿Contarían el hermoso cuento del sastre que realizaba vestidos preciosos?


Publicado originalmente en euskara en el diario GARA

Sem comentários: